lunes, 15 de septiembre de 2008

NACER ES UN MILAGRO; VIVIR, TODO UN RETO.

Desde que fui gestada, fui inquieta, rebelde, curiosa y graciosa. Tenía tanta prisa por ver el mundo, que tuve a mi madre postrada en cama 5 meses para que yo no me saliese de ella sin autorización médica. ¡Ni caso! Igual salí a ver la luz a los 6 meses y días. Cuando nadie daba por seguro mi sobre vivencia; un paciente Pediatra llamado Dr. Libia, cuidó de mí y me transmitió su confianza, su paciencia, el afán de perseverar en la lucha por la vida, su fe... para que continuase con vida. Desde entonces, aprendí que vivir ¡ya conllevaba riesgos! Requería mucho esfuerzo para hacer realidad la Vida y mantenerse con ella segundo a segundo. Vivir no era cosa de juego ¡no!, era cuestión de vencer reto tras retro hasta llegar al objetivo marcado.
Por eso he vencido muchas amarguras y penas. ¡Dolores intensos...! Pero sobre todo he aprendido de ellos.
¡Más, he aprendido de las alegrías inesperadas que la vida me deparaba en circunstancias de incertidumbre y desfallecimiento!
He aprendido a confiar, a encontrar y conservar Grandes Amigos, a dejarme guiar y consolar de por ellos.
Con ellos he crecido, me he hecho más fuerte, más sabia, más humana... ¡hasta el punto de entender que mi sobre vivencia (la que había sido un milagro) requería día a día que lo siguiese viviendo como tal!
Aquí estoy, 40 años después, volviendo ha aplicar a mi vida éstas premisas, las que en su día me transmitiese ese sabio pediatra: Confianza, Paciencia... para la supervivencia. Hoy tengo otro reto que compartir con el mundo, es convivir con un capricho de mi probablemente genética naturaleza: nada más y nada menos la fibromialgia.
Caprichosamente, en estos últimos meses, se está ensañando en distorsionar algunas de mis funciones cognitivas como la memoria, concentración, atención, agotamiento mental extremo, dificultad en mi expresión oral. Me cuesta en ocasiones articular palabras y realizar una composición de mis ideas... Mi visión a veces suele ser borrosa y desordenada, veo el fondo como un conglomerado sin poder diferenciar las letras. En ocasiones escribo casi por inercia y deduzco lo que leo, lo que significa que tengo dificultades para entender completamente un texto cualquiera.
No obstante, me recuerdo que ¡sigo aquí, que estoy viva!, por eso vuelvo al principio de mis características: inquieta, rebelde, curiosa y graciosa, diría también paciente y generosa; características que me acompañan e impulsan para luchar día a día como persona y llevar mi vida con mucha dignidad.
Isabel Gómez.

2 comentarios:

Martha Cecilia Cedeño-Pérez dijo...

Cada vez la escritura se de define, se depura, se hace más nítida. Sigue con tus palabras, amiga, aquí siempre habrán unos ojos que te leen.
Besos,
Martha

María Isabel Gómez Castillo dijo...

Gracias Martita, sabes que ere más que una amiga, eres como una hermana mayor de quién tengo tanto que aprender... Eres una gran escritora y es un honor que me leas y supervises mi gran reto: transmitir mis experiencias como persona y psicóloga.
Isabel