sábado, 17 de enero de 2009

SENTIRSE PARA SENTIR

Para saber qué es lo que experimenta el otro, es necesario saber qué es lo que experimenta la persona misma.
Es una experiencia aleccionadora, compartida, cargada de interconexiones.
Es una explosión de sensaciones que pueden llevar al ser humano desde al éxtasis al Apocalipsis.
Es un proceso profundo de renuncia a todo lo que envuelve al ser para percibir cada uno de los biorritmos de la persona.
Es necesario un estado de de ausencia, de vacío. Este estado hace vibrar cada parte del organismo para hacerlo capaz de aprender a experimentar.
Requiere quedarse sin energía para luego renovarse en la misma.
Conlleva preparación, tiempo, paciencia, confianza en sí mismo y mucha preparación física y psicológica.
Quién pasa por la experiencia de sentirse para aprender a sentir a otro, profundiza en la subconsciencia para hacer de la experiencia un acto consciente, tan consciente que lleva en situaciones extremas a pasar de la enajenación a la paz, serenidad; desarrollando aún más la sensibilidad para percibir otros estados, conectar con otros en diferentes estados reorganizando las propias emociones para que el otro pueda sentir una nueva emoción.
Isabel Gómez
Foto: Cecida por Isabel Hernández Rebollo

1 comentario:

María Isabel Gómez Castillo dijo...

Gracias a Isabel Hernandez R., gran amiga, por esta maravillosa foto que ilustra el presente artículo. Desde mi punto de vista expresa a la pefección, el título del presente artículo.
Isabel Gómez