martes, 9 de febrero de 2010

GESTIÓN DEL ENTORNO Y EMOCIONES EN PERSONAS CON FATIGA CRÓNICA Y FIBROMIALGIA

Para las personas que padecemos Fibromialgia y Fatiga Crónica, nuestro entorno interviene directamente determinando ya sea para bien o para mal, en cuál puede ser nuestro estado de salud final.
Lo cierto, es que cuando las situaciones se van asimilando al igual que estabilizando, los brotes de la enfermedad, pueden llegar a ser menos agudos, pasando exactamente todo lo contrario, si las situaciones llegan a ser adversas.
El ser conscientes de esta realidad, es muy importante para poder aprender a manejar nuestro entorno, al igual que el impacto que éste pueda tener sobre nuestro estado de salud.
Es aquí, cuando la llamada fuerza de voluntad, juega un papel muy importante para el manejo de todas estas circunstancias, que en el fondo, no hacen sino, que interferir en nuestra manera de ver la vida, de percibirnos con una enfermedad real y por lo tanto, en pasar a determinar cuáles serán las emociones que nos controlen y porque no ir más allá, hasta el punto de determinar los sentimientos para con nosotros mismos.
Por ello, es difícil dejar de pensar en el presente, más aún, cuando situaciones familiares o personales, sean cuales fueren por las que estemos pasando, como parte de nuestra convivencia dentro de un entorno social, pasan a ser las protagonistas de nuestra vidas, repercutiendo aún más en nuestra salud integral.
Aquí, es cuando juega un papel muy importante la llamada fuerza de voluntad, como un factor de sobrevivencia. Es aquí cuando hemos de aprender a gestionar nuestras emociones y determinar cómo vamos a experimentar cada una de nuestras realidades, y así decidir en qué estado nos quedamos: si nos quedamos en el estado en dónde es el exterior el que pasa a controlarnos o somos nosotros los que le controlamos a él.
Este aspecto es muy importante para mantener un equilibrio en nuestra salud, más aún si padecemos Fibromialgia o Fatiga Crónica: aprender regular nuestras emociones y nuestros pensamientos. En conclusión, a vivir, de manera asertiva con inteligencia emocional.
En este caso, los resultados finales para con nuestra enfermedad, están en nuestras manos, más no en los elementos externos que puedan intervenir, que pueden ser importantes pero no determinantes en nuestra salud.
Isabel Gómez

4 comentarios:

Un chico de Lima dijo...

super interesante... no hay más que decir!

diablesa dijo...

Es muy importante tener cerca a personas que nos quieren cuando tu cuerpo está mal, pero lo mas importante es aprender a vivir la nueva situación una vez que la enfermedad se apodera de ti. un beso

Fernando Ramos dijo...

Isabel: Y cuáles son los síntomas de esta enfermedad?

Saludos

María Isabel Gómez Castillo dijo...

Gracias por vuestra respuesta a este artículo, el fue especialmente elaborado para Fibronoticias.com.
En relación a tu pregunta, Fernando, en los primeros artículos que he escrito en este espacio sobre Fibromialgia explico, mucho de que me ha tocado vivir con la enfermedad e incluso el grado extremo en el cual me dejó.
Actualmente, los síntomas son ínfimos comparados con los anteriores, porque no sólo he aprendido a vivir con ella, sino que ya no he de batallar con médicos que no me creían, y que se pensaban que era todo una cuestión psicológica.
Hoy por hoy, los síntomas son los habituales: inflamación muscular tanto de músculos internos como externos, dolores intensos de colón y a excepcionalmente del tracto esofágico, dolor e inflamación articular que tiene localizable el punto de partida, sobre todo en toda la parte izquierda de mi cuerpo, muchos problemas de visión (tengo cuatro lentes con medidas sutiles en astigmatismo e hipermetropía), utilizo, la que según vaya como el día..., o nada, eso va como va, contracturas en la superficie de toda la cabeza ocultadas por el cuero cabelludo.
Tengo pendiente una ratificación de diagnóstico de Síndrome de fatiga crónica, que, como fatiga es síntoma de la Fibromialgia, pero que a nivel físico no la presento de manera acusada, salvo no tenga un sueño reparador, pero sí arrastro una secuela de fatiga mental desde hace dos años, que no ha remetido, pese al trabajo realizado conmigo misma. Esta secuela, está vinculada a memoria inmediata, atención, percepción de información, tiempo de retención de información y a veces en la elaboración del lenguaje escrito: mi mente piensa y ve una cosa, escribe lo que cree, pero en la realidad, revisado por otros, no siempre puede estar reflujo de manera textual lo que yo he escrito. Por ello, hay artículos que los dejo reposar, porque no identifico los fallos gramaticales.
A nivel emocional, todo bien, soy consciente que quienes padecemos esta enfermedad, tenemos un nivel de ansiedad por encima del que suelen tener las personales que no presentan este problema y que aunque la manejes y la controles, seguirá siendo superior, muy inconsciente, llegando sólo a identificar la consciente, es decir, la que rompe el equilibrio interior para hacer evidente la sintomatología con un aumente del dolor, en general.
Espero que esta información te sirva.
Un abrazo Fernando.
Isabel Gómez