viernes, 2 de julio de 2010

CUANDO NOS ABORDA EL LÍMITE DE NUESTRA EMOCIONALIDAD

En el tema que se corresponde con la gestión de emociones, siempre es necesario saber identificar y diferenciar qué es lo que está determinando nuestras acciones o conducta.
¿Se trata de un estado emocional, que és, el que prevalece a lo largo del tiempo hasta el punto de convertirse en parte nuestra, arrastrándonos a la monotonía, dentro de sensaciones y/o estados que nos hacen sentir incómodos con nosotros mismos o que incluso no percibimos y que nos impide ver los matices de la vida?, o, muy por el contrario, ¿es una reacción puntual, como si fuese la explosión de un estado interno, que es activo, dinámico y que fluctúa ajustándose a las circunstancias en las cuales nos vamos desenvolviendo en nuestro día a día?
El poder identificar y reconocer correctamente estas dos circunstancias, es vital, para saber qué es lo hemos de mejorar, transformar, afrontar, asumir y resolver con paciencia y de manera decida, firme y segura; a ser posible, en el caso de ser el primer estado, con apoyo de una persona especializada en el tema.
Lo importante, es dar el primer paso, ver la situación sin justificarla, sólo asumiéndola como una realidad más de la vida persona y necesaria de abordar como parte de nuestro crecimiento personal para recuperar la visión, el reencuentro con nuestro propio ser, la satisfacción que conlleva ser uno mismo, con nuestras posibilidades y limitaciones.
Lo importante es querer, hacerlo tras verlo, asumirlos y se constantes.
En esta última expresión, está la clave: la constancia.
Así, podemos abordar los estados límites de nuestra emocionalidad: con serenidad, (aunque parezca contradictorio y absurdo).

Isabel Gómez

1 comentario:

A.R.T. dijo...

Pucha Oh! Que pavada, soy de mexico y acá tambien se ven de esas situaciones a diario. Terrible; un exeso de tramites para denunciar, formas que al tercer dia se traspapelan.
Han fundado grupos especiales contra la violencia femenina y familiar, pero se hacen tan grandes que hoy ya te piden los mismos miles de pruebas fisicas y comprobantes medicos de agresion. Ya no admiten a la mujer si no esta RE-JODIDA.
Tristeza me da, pero tengo la certeza de que algo se puede hacer. Los brazos crusados nunca han resuelto nada.

Muy bueno tu blog! Ciao!

A.R.T.