martes, 17 de febrero de 2015

REDES SOCIALES Y YO COMO PSICÓLOGA


Como psicóloga que  soy,  me es necesario estar al  día en diversos temas de actualidad.

Mi trabajo requiere saber interactuar,  empatizando desde la óptica que posee la otra persona, de ahí a que, en estos momentos de desarrollo profesional, una manera de sustituir una formación académica, cerrada en aulas, es la de continuar mi formación utilizando el máximo de recursos que se me  presenten, incluidas las redes sociales.

El estar al día con las noticias, aunque parezca trivial, me permite comprender los estados emocionales de las personas, el lenguaje que utilizan, los juegos psicológicos en que puedan estar movilizándose,     así como identificar la procedencia del lenguaje que utilizan.

Esta información aparentemente irrelevante, hace que mi trabajo sea más pulcro para que el mismo no sólo esté supeditado a versiones parcializadas desde mi óptica personal,  sino que me   permita comprender la concepción  del mundo en el que la otra parte se está  desarrollando.

Este complemento a mi trabajo, me permite abrir mi mente para brindar un servicio de calidad.

Esta otra opción de formación  continua que no es más que investigación constante. Es una alternativa práctica. Desde mi experiencia profesional, bastante funcional, ya que, las bases psicoterapéuticas las tengo  con la experiencia de haber pasado por diversos estilos de psicoterapia en mi formación profesional complementada con  la teórica.

Para brindar un servicio cualificado en psicología, es necesario haberse trabajado primero en diversas áreas personales, haber tenido la experiencia de pasar por estados y etapas que posteriormente también pasarán personas que soliciten nuestros servicios. No  se trata de charla ni de estar alguna vez en alguna sesión esporádica, sino que,  de lo que se trata, es de haberse trabajado lo máximo posible de uno mismo para estar sanado, conciliado con nuestro  propio ser. Ello, evitará y prevendrá negligencias profesionales en donde los años de ejercicio profesional, sólo  pueden implicar  la instauración de hábitos inacertados para el ejercicio ético de la psicología.

Es más, pienso que  a más tipos de psicoterapias por las que un profesional como lo es un psicólogo pase, más experimentado estará en poder captar las necesidades de la persona desde ángulos a veces casi imperceptible, sutiles.

Como profesional,  también necesito tener  mis espacios para descontaminarme, despejarme de realidades socialmente duras que cruzan la barrera de la consulta psicológica.  Para ello, desarrollo otras habilidades que me siguen llevando a ser analítica, aguda en mi observación, que despiertan otros sentidos y estimulan los que parecen dormidos.

Mi carrera es mi  vocación. 

Me gusta brindar un servicio cualificado.

Con  mi  profesión,  comparto otras pasiones  que son  las que me permiten  estar en un  estado de lo más armónico posible para continuar desarrollándome profesionalmente.

Como psicóloga, también me aplico  lo que trabajo en psicoterapia. Soy la primera que exploro la viabilidad de una técnica y estrategia, la visiono para cada persona para luego con ella trabajarla.

También me apoyo en colegas amigos de mucha confianza para trabajar mis emociones o  situaciones novedosas que puedan interferir en mi ejerció  profesional. Los medios, pueden  ser múltiples.

Mi reto, es prevenir al máximo posible una mala praxis.

En  este  caso, en el uso de las redes sociales, son también un punto de apoyo en mi formación e información personal como profesional  ya  que  me permite practicar un lenguaje asertivo, mejorar mi autoestima  y  saber manejar situaciones de exposición social que surjan como consecuencia del uso de estas herramientas alternativas.

Sin lugar a dudas que,  la lectura, el compartir una buena plática así como  interaccionarme socialmente  con pensadores de diversas áreas que incluso utilicen un lenguaje diferente al mío, también me garantizan seguir consolidando mi formación profesional continua.

En  resumen, si me muevo por las redes cuando tengo algo de tiempo   para formarme e informarme.

Cuando estoy casi ausente, estoy aplicando al máximo lo  aprendido y entrenándome echando mano de otras  herramientas que, para los psicólogos son imprescindibles en nuestra labor profesional: la  observación y descripción de conductas, acompañada con una escucha activa constante.

Bienvenidos a mi mundo, el de mi amor a mi carrera y respeto a quienes gracias  a ella sigo desarrollándome y  creciendo.

Mi formación espiritual,  me es imprescindible para recordar  el carácter más humano de lo que implica trabajar son Personas. Me da la compañía de  saberme asesorada continuamente para tener presente quienes y cuáles son los fines de mi trabajo.

María Isabel Gómez Castillo
                               

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