jueves, 5 de marzo de 2015

PSICOLOGÍA SOCIAL COMUNITARIA APLICADA


El amor a mi carrera, casi siempre me conduce a caminos inverosímiles, que entrañan sentimientos encontrados, y que despiertan en mí, la pasión ardiente de una vocación que se concentra profesionalmente a través del ejercicio de la psicología.
Cuando me dan la oportunidad de elegir,  suelo optar por caminos complejos, angostos e intrépidos, con rutas largas (ésta, será más benevolente); éstas, a veces estremecen conciencias. En la mía se  instaura  un compromiso aún mayor  de gran responsabilidad, porque hace evidente  la misión que tengo en mis manos, casi siempre, no sólo de riesgo, sino de fuerte compromiso con seres frágiles, vulnerables, que requieren apoyo integral, para ser tratados con una exquisitez humana que toque la  parte  más honda de su ser y así, podamos llegar juntos al dialogo empático.
Si cada oportunidad laboral es un reto, en esta ocasión lo es con más razón ya  que la necesidad apremia para todas las partes y la fragilidad evidente de quienes habitan en las zonas por donde trabajaré este año, requiere cuidado, no  sólo para mí, sino que, de manera especial, para quienes me toque  asistir.
Ningún camino me es nuevo.  Con algunos de ellos, ya somos viejos conocidos. Lugares que apenas comenzaban a emerger  hace más de dos décadas, tocando casi para tres y que, ahora  muestran signos de organización social significativa para quienes con esfuerzo  han hecho sostenible cada uno de los techos que los acogen personas en hogares que pese a toda la adversidad que entraña la jungla de la urbe limeña y ahora, chalaca, siguen creciendo.
Los habitantes de esta población, han crecido así como población  en sí, mientras que yo, he crecido en edad, en experiencia profesional y humana.
Con el tiempo, nos volvemos a reencontrar, con nuevos retos, con otras realidades, sin embargo, con un punto en común: la necesidad de seguir surgiendo como seres humanos dignos que buscamos hacer de nuestra  sociedad un espacio de inclusión, cuando en algún momento dado se percibía la exclusión social de  manera extrema.
De  mi actual reto,  sólo muestro algunas imágenes ya que,  a buen entendedor  pocas palabas.
En el reportaje fotográfico, que a  continuación presento, expongo a quienes me acogen, en donde me acogen y por qué mi amor a mi profesión, ya que siempre me tiende la mano  para tenderla, para compartir lo que se me compartió, para dar lo que jamás se me negó, como ha sido siempre la esperanza, la oportunidad de vivir y  hacerme un ser humano con valores.
Mi reto, es ahora compartir mi experiencia personal a través de las estrategias que mi carrera profesional me permite utilizarlas para hacernos conjuntamente más.
El riesgo es mutuo,  la necesidad también.
No  encuentro diferencias entre ellos y yo, ya que ni un  título me distancia de mi actual  comunidad, todo lo contrario, me  aproxima aún más, ya  que a través de éste quedo invitada a vivir el desprendimiento como  muestra  de amor  y rozo casi la plenitud profesional porque estoy arropada de una comunidad que con sentido espiritual, da otra perspectiva a mi labor y  vida.
Gracias a quienes me dan la oportunidad de esta nueva experiencia profesional y personal. También,  gracias, a quienes me acompañan en la misma.
María Isabel Gómez Castillo

















 Reportaje  fotográfico  de  María Isabel Gómez Castillo

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