domingo, 26 de marzo de 2017

A mi "Ser Anónimo": entrañable amigo

El presente artículo, lo acabo de reeditar con pequeñas correcciones de tipo gramatical y semántico. 
Así mismo he decidido cambiar el título original con el que lo lancé. 
Lo lancé, un 24 de Marzo, del 2014, bajo el título de: "A mi ser anónimo entrañable amistad". 
Volví a él, porque el espacio dedicado a los recuerdos publicados en Facebook, me llevó a él. 
Con tantas cosas que pasan en la vida y en el día a día, sinceramente, tardé en reconocer a la persona a quien dediqué estas líneas, pero finalmente, conseguí recordarlo, tras un par de lecturas que a éste le dí,  y, cómo sí reconocí al personaje que me inspiró estas líneas, y reconozco su estado actual, he decidido volver a lanzarlo. 
Sinceramente, cosa rara en mí,  me tomé la molestia de volver a leer esta entrada en mi blog (cosa que casi nunca hago con aquello que escribo), ante la curiosidad de saber ¿qué había escrito? y más aún, ¿a quién?.  
Para que ésto siga siendo una intriga, no revelaré el nombre de aquel "Ser Anónimo", quién me inspiró estas líneas, pero sí he decido volver a dedicarle este corto y con él, mi sentir, porque conforme pasa el paso del tiempo, mi cariño sincero y mi amistad a él, es entrañable. 
Así que, he aquí una vez más, esta nota. 



De mirada brillante y pícara, rápida para actuar, encontrar respuestas y solucionar situaciones adversas y diversas, así te conocí.

Te conocí mi ser Anónimo, en un contexto particular en donde nos unían lazos en común. 

Te conocí, con la oportunidad de poder aprender continuamente cosas nuevas de ti.

Tu entusiasmo, ímpetu, constancia, amor a los tuyos, cuidadoso con los que se te acercaban, trato serio y respetuoso, (si era necesario) marcando discreta distancia pese a la cercanía que hacia tu persona ofrecías, empático, para acoger a todo el que se te acercase en cualquier momento y bajo cualquier circunstancia. 

Aún así te recuerdo, mi entrañable y noble "Ser Anónimo". 

Con tu picaresca sonrisa, de voz suave, cantada y profunda, pero firme, casi juguetona..., buscabas siempre dejar las cosas claras para todas las partes, con exquisita elegancia. 

Con actitud disponible para el trabajo, aspirando siempre a lo mejor para progresar. 

Teniendo en todo momento presente a tu familia por quiénes te desvivías, y que en fondo, fueron quienes marcaron en tu vida inesperadas rutinas, agotándola  ante circunstancias no previstas pero que son esperadas, como ley de vida. ¡Ni por ello, tu ánimo cesó!, todo lo contrario. En todo momento demostraste coraje, levantándote una y otra vez ante las adversidades que se te iban presentando.  

Ahora tras muchos años de conocerte..., de pronto me sorprendes. Sólo a través de tu mirada, la que provisionalmente parece otra, te reencuentro. Tu mirada, ya no es juguetona. Tu mirada es opaca, a veces, es esquiva, cansada, mientra que en otras ocasiones, es seria, recta, firme. Miras, hasta encontrar en la mirada del otro, "Al Ser", para traspasarlo con tu "Ser". Pero eres increíble, ¡te reinventas y sigues con tu vida!, con ímpetu, sin rendirte, desarrollando cada vez más nuevos recursos con los que presentarte y dejarte conocer.

Aún, por momentos, observo que, tu sonrisa coquetona y pícara, se torna de semblante serio, en casi triste y decepcionado. Dejando la impresión de que el tiempo y la realidad de la vida te venció. Observo, que te niegas a trasgredir normas, para que con ello puedas alcanzar felicidades superfluas. Ello, es bueno.

Sinceramente, después de tanto tiempo sin verte, tu rostro me sorprendió. 

Me buscaste con tu mirada para saber si seguía siendo yo, y me encontraste. ¡Por fin, nos reencontramos!. Entonces, todo siguió como siempre, como si el tiempo (para nosotros), no hubiese pasado y se hubiese detenido para continuar compartiendo como en los viejos tiempos: con la confianza, serenidad, sinceridad y profundad, con la que sólo las verdaderas amistades, se profesan verdadera comunicación en sus diálogos íntimos.

No obstante, seguiste sorprendiéndome, mi entrañable "Ser Anónimo". Tu esencia, no ha cambiado. Sigues siendo el ser prudente, el estratega, actuando con previsión, con cautela y sobre todo, moviéndote rápido por los laberintos de la vida para seguir alcanzando objetivos y llegar sin descanso a conseguir  metas trazadas, incluso, sin quejarte de las adversidades que te depara cada nueva situación .

No dejas de sorprenderme, de enseñarme. Eres amistad incondicional, mi entrañable "Ser Anónimo". Por ello, como homenaje a tu templanza, a tu coraje, a tu constancia, así como por mi gratitud a tu amistad incondicional, te dedico estas líneas, para que el mundo conozca te conozca  mi entrañable "Ser Anónimo". Mientras sólo te lo digo a modo de secreto: mi mente y mi corazón, sabe quién eres, y siempre estarán contigo, te esperarán y te abrazarán agradecidamente en cada reencuentro que sigas siendo Tú, porque eres mi amigo.
Con esta bella flor, me despido mi bello amigo, sabiéndote que sólo el tiempo y la experiencia han forjado en ti una belleza interior exquisita, que te devuelve tu sonrisa y mirada ya serena, con un trato más maduro, objetivo y como siempre cordial abierto a la vida, siendo ya, casi un maestro.

Mi "Ser Anónimo", mi amigo, gracias por tu ejemplo que queda  lejos del llanto de los caídos, que necesitan ser recogidos para seguir adelante. 

Gracias por tu incondicional amistad, aprecio y cariño.

Gracias por tu ejemplo de tesón, valentía y de sensatez continua.

Para ti, entrañable "Se Anónimo": mi amigo, mi gratitud, cariño y respeto eterno.


María Isabel Gómez Castillo 
Fotografías, de María Isabel Gómez Castillo

1 comentario:

diablesa dijo...

Hola Isabel,ya estoy de nuevo por estos lares,estuve un tiempo ocupada en otras cosas,pero he regresado a mi rincón. Precioso lo que escribes a tu anónimo,las palabras cuando son del alma no hace falta poner nombre. Un abrazo