De
tanto en tanto, suelo utilizar la expresión “bohemia”, para referirme a algunas
expresiones de caracteres o formas de ser o hacer de algunas personas. Ante insistencia
de mi expresión, me plantearon la pregunta, ¿y qué significa bohemio?
Entiéndase
que, para mi es el que se mueve entre su estado del Yo en
su forma de Niño Natural.
Es, el
que provocando con sutiliza al Padre Nutricio e ignorando al Padre Crítico, acaricia
entre sus afanes, algunas situaciones del estado Adulto del Yo, sin llegar a ser un
Adulto, disimulando así, su verdadero sentir.
Es el
que se muestra creativo, el que tiene a bien el
extremado desarrollado de su arte de persuadir.
Es el que consigue cautivar con sus fantásticas experiencias, si narrador fuese. El que con exquisito arte, casi lleva a la hipnosis.
Es el que acerca a la cumbre o al éxtasis al otro, en su estrategia de empatizar.
El que
sabe moverse entre la soledad y la compañía, el que parece prescindir de los otros en medio de todos.
Es, el que parece decir la verdad, pero la oculta. Diría que, es casi el maquillador perfecto de escenarios
diversos, haciéndolos creíbles, sin llegar a mentir ni distorsionarlos.
Es, el mago perfecto, el ilusionista fantástico que consigue fascinar.
Es la ansiedad equilibrada entre la paciencia y la observancia sosegada.
Es el aparente despreocupado. El que posterga con astucia
sus competencias.
Es el
que yace en la aventura, sin que la culpa lo comprometa.
Es el indomable.
Es el
que És sin Ser, y, sin Ser, És.
María Isabel Gómez Castillo
Fotografía de María Isabel Gómez Castillo