domingo, 2 de agosto de 2020

Viajé

 En el transcurrir de los viajes por el tiempo,

llegué al puerto del cansancio.

Me esperaban frondosas Denizias Excelsas,

que tupidas llamaron a la noche

 para que cale hasta mis huesos.

Entre las sobras

de los rápidos batido de las alas de Águilas nocturnas

sucumbí al descanso.

Desperté entre el cielo y el mar,

con mis mejillas húmedas y saladas,

sobre el regazo familiar De la Estrella del Mar,

quien me transportó

a los días en que el Amor,

se expandía mientras sellaba mi llanto.

Pero fugaz… fue el tránsito.

Vi llegar desde el invierno al otoño

a la Luna de Nieve

que dio luz al bosque,

mariposas blancas y Tulipanes morados,

para que mi viaje por el tiempo

llegue al puerto del Amado. 

                                                                            María Puccio