Gracias a Claudia de fibromialgiadelaluz, así como a la autora del presente artículo, Carolina Burgueño Mancilla.
La información expuesta, es muy importante; ésta, servirá informar así como para prevenir conductas inadecuadas ante a la utilización de instrumentos contaminantes y que están a nuestro alcance el poder modificar la manera de manipularlos y disminuir su impacto en la salud de nuestro organismo en general.
Isabel Gómez
ALERGIA AL ELECTOMAGNETISMO
Astenia, hipotonía, irritabilidad, temblores, depresiones, alteraciones del humor… hasta hace unos años la mayoría de las personas que acudían a la consulta médica con alguno o varios de éstos síntomas eran tratadas como enfermas neurológicas, pero las últimas investigaciones han descubierto que puede tratarse de otro problema que nada tiene que ver con una patología mental: la electro-sensibilidad.
La nueva plaga del siglo XXI es una hipersensibilidad a los campos electromagnéticos y un fenómeno que afecta al 25% de la población. Detrás de esta definición hay decenas de personas sufriendo que luchan por demostrar una relación de causalidades entre sus padecimientos y la instalación de antenas de telefonía, el cambio de equipos informáticos en sus empresas, el uso de teléfonos móviles o la cercanía de una subestación eléctrica.
El sufrimiento de esta nueva enfermedad viene acompañado de mucha incomprensión y soledad debido a que no existe un protocolo de diagnóstico que los identifique como enfermos y que, por ende, les haga beneficiarios del sistema de protección social y sanitaria.
Las personas vulnerables a estas radiaciones padecen efectos neurológicos a corto y medio plazo como insomnio, somnolencia matinal, estrés, angustia, ansiedad, pérdida de memoria, cefaleas, acufenos (tinnitus), mareos, vértigo, fatiga crónica, fibromialgia e incluso se les ha relacionado con patologías degenerativas como Alzheimer, Parkinson, esclerosis, leucemia y cáncer, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los Efectos perjudiciales de la exposición a campos electromagnéticos son los siguientes:
1- Trastornos neurológicos como irritabilidad, cefaleas, astenia, hipotonía, síndrome de hiper-excitabilidad, somnolencia, alteraciones sensoriales, temblores, mareos.
2- Trastornos mentales: alteraciones del humor y del carácter, depresiones, tendencias suicidas, agresividad e hiperactividad.
3- Trastornos cardiopulmonares: alteraciones de la frecuencia cardíaca, modificaciones de la tensión arterial y alteraciones vasculares periféricas.
4- Trastornos reproductivos: alteraciones del ciclo menstrual, abortos, infertilidad y disminución de la libido sexual.
5- Incremento del riesgo de algunos tipos de cáncer como las leucemias agudas y los tumores del sistema nervioso central en la infancia.
6- Trastornos dermatológicos: dermatitis inespecíficas y alergias cutáneas.
7- Trastornos hormonales: alteraciones del sistema inmunitario y antitumoral.
La causa de la Sensibilidad Electromagnética parece ser la exposición crónica y habitual a campos electromagnéticos de alta o baja frecuencia, y se relaciona con la permanencia en las cercanías de fuentes eléctricas artificiales como las mencionadas anteriormente, incluyendo líneas de alta tensión, transformadores, motores, teléfonos móviles e inalámbricos, redes wireless (WiFi, Wimax, Bluetooth, ADSL, etc.), iluminaciones fluorescentes, alarmas, ordenadores, electrodomésticos, máquinas, herramientas y redes eléctricas domésticas, principalmente.
Hasta ahora la dificultad de los médicos para diagnosticar la Sensibilidad Electromagnética, han hecho que en España, estos pacientes hayan sido derivados al psiquiatra, cuando en realidad se trata de una enfermedad orgánica que afecta a un sector creciente de la población. El mecanismo biológico de este fenómeno en el cuerpo provoca, entre otras cosas, una disminución de los niveles de melatonina lo que perturba el ciclo del sueño, que favorece procesos metabólicos oxidantes e inflamatorios, incrementa la producción de radicales libres y disminuye las defensas inmunitarias.
Diagnóstico y tratamiento
Suecia fue el primer país que aceptó la electro-sensibilidad como causa de baja laboral (incapacidad permanente), la cifra de afectados se eleva a 250.000; en Alemania, cientos de médicos han firmado la Freiburguer Appeal (2002) una declaración en favor de medidas preventivas, y Gran Bretaña reconoció a finales de 2005 los casos de numerosas personas con síntomas potencialmente atribuibles a ciertas dosis de radiación electromagnética.
Aquí llegamos a una situación incontrolable, pues la ciencia médica aún no reconoce esta sintomatología, ya que se considera que se trata de un problema para cuya solución faltan más datos, nuevas hipótesis y más investigación. Aunque Carlos Requejo, domoterapeuta, experto en electro-sensibilidad y auditor ambiental, dice que sí hay bastantes estudios al respecto, incluso en España, pero lo que ocurre es que no se ha considerado seriamente este problema.
A pesar de que no hay un protocolo de diagnóstico ni de tratamiento médico reconocido para la electro-sensibilidad, Requejo lleva tiempo estudiando el asunto y ha establecido la relación causa-efecto, sanado muchas viviendas y logrado la recuperación de afectados. Asimismo ha sugerido diversas actuaciones clínicas para confirmar la existencia del síndrome y cuantificar el grado de afectación del paciente potencialmente sensible.
Su propuesta de diagnóstico se basa en la medición de electro-estrés in situ, o sea, el nivel de voltaje eléctrico corporal en respuesta a la exposición escolar, laboral y/o residencial a campos electromagnéticos; valoraciones clínicas mediante electroencefalogramas y electrocardiogramas; estudios del sistema inmunológico con valoración de las defensas inmunitarias del paciente; valoración neurológica y psicopatológica, y diagnóstico mediante bio-resonancia.
Los afectados necesitan primero eliminar -o reducir- la exposición a los campos electromagnéticos mediante la distancia de seguridad a las fuentes electromagnéticas, incluso con blindaje de la vivienda y, en particular, del dormitorio para mejorar la calidad del sueño, eliminar el estrés, deshacerse del ruido electrónico y mejorar las defensas inmunitarias y su estado general. El domoterapeuta propone acudir a la medicina natural para lograr reequilibrio corporal y mental.
Con el fin de eliminar toxinas y neutralizar los radicales libres, Requejo, recomienda una dieta de desintoxicación alcalina electronegativa (los alimentos cárnicos, productos animales en general). Son ácidos o electro positivos (o sea, a base de frutas y verduras crudas o semi-crudas y alimentos integrales), que son neutros o ligeramente alcalinos, obviamente cocinados a gas o de la manera más natural posible (eliminar: hornos microondas, y hornos eléctricos, en general).
Requejo aconseja asimismo, para los casos de Sensibilidad Electromagnética agudo, el ayuno como cura de limpieza intestinal que puede durar de 1 a 4 semanas, bebiendo agua de manantial y zumos naturales, seguida posteriormente por una dieta higienista extrema por un lapso de 1 a 6 meses a base de semi-ayunos con alimentos crudos.
Formas de Descarga Electromagnética:
*Contacto con el agua: poner las manos bajo un chorro de agua fría, darse una ducha o nadar en el mar o en la piscina por lo menos una vez al día.
*Contacto con la tierra, caminar descalzo sobre la tierra, césped o arena húmeda.
*Usar calzado de cuero y evitar los tejidos sintéticos.
*Instalar pavimentos electro-conductores, evitar plásticos, hormigón, asfaltos etc.
*Instalar toma de tierra en la casa (máximo 6 ohmios)
*Instalar equipos de aire medicinal, limpio, fresco, oxigenado y con ionización negativa (aniones) evitando el aire acondicionado.
Autora: Carolina Burgueño Mancilla
Suecia fue el primer país que aceptó la electro-sensibilidad como causa de baja laboral (incapacidad permanente), la cifra de afectados se eleva a 250.000; en Alemania, cientos de médicos han firmado la Freiburguer Appeal (2002) una declaración en favor de medidas preventivas, y Gran Bretaña reconoció a finales de 2005 los casos de numerosas personas con síntomas potencialmente atribuibles a ciertas dosis de radiación electromagnética.
Aquí llegamos a una situación incontrolable, pues la ciencia médica aún no reconoce esta sintomatología, ya que se considera que se trata de un problema para cuya solución faltan más datos, nuevas hipótesis y más investigación. Aunque Carlos Requejo, domoterapeuta, experto en electro-sensibilidad y auditor ambiental, dice que sí hay bastantes estudios al respecto, incluso en España, pero lo que ocurre es que no se ha considerado seriamente este problema.
A pesar de que no hay un protocolo de diagnóstico ni de tratamiento médico reconocido para la electro-sensibilidad, Requejo lleva tiempo estudiando el asunto y ha establecido la relación causa-efecto, sanado muchas viviendas y logrado la recuperación de afectados. Asimismo ha sugerido diversas actuaciones clínicas para confirmar la existencia del síndrome y cuantificar el grado de afectación del paciente potencialmente sensible.
Su propuesta de diagnóstico se basa en la medición de electro-estrés in situ, o sea, el nivel de voltaje eléctrico corporal en respuesta a la exposición escolar, laboral y/o residencial a campos electromagnéticos; valoraciones clínicas mediante electroencefalogramas y electrocardiogramas; estudios del sistema inmunológico con valoración de las defensas inmunitarias del paciente; valoración neurológica y psicopatológica, y diagnóstico mediante bio-resonancia.
Los afectados necesitan primero eliminar -o reducir- la exposición a los campos electromagnéticos mediante la distancia de seguridad a las fuentes electromagnéticas, incluso con blindaje de la vivienda y, en particular, del dormitorio para mejorar la calidad del sueño, eliminar el estrés, deshacerse del ruido electrónico y mejorar las defensas inmunitarias y su estado general. El domoterapeuta propone acudir a la medicina natural para lograr reequilibrio corporal y mental.
Con el fin de eliminar toxinas y neutralizar los radicales libres, Requejo, recomienda una dieta de desintoxicación alcalina electronegativa (los alimentos cárnicos, productos animales en general). Son ácidos o electro positivos (o sea, a base de frutas y verduras crudas o semi-crudas y alimentos integrales), que son neutros o ligeramente alcalinos, obviamente cocinados a gas o de la manera más natural posible (eliminar: hornos microondas, y hornos eléctricos, en general).
Requejo aconseja asimismo, para los casos de Sensibilidad Electromagnética agudo, el ayuno como cura de limpieza intestinal que puede durar de 1 a 4 semanas, bebiendo agua de manantial y zumos naturales, seguida posteriormente por una dieta higienista extrema por un lapso de 1 a 6 meses a base de semi-ayunos con alimentos crudos.
Formas de Descarga Electromagnética:
*Contacto con el agua: poner las manos bajo un chorro de agua fría, darse una ducha o nadar en el mar o en la piscina por lo menos una vez al día.
*Contacto con la tierra, caminar descalzo sobre la tierra, césped o arena húmeda.
*Usar calzado de cuero y evitar los tejidos sintéticos.
*Instalar pavimentos electro-conductores, evitar plásticos, hormigón, asfaltos etc.
*Instalar toma de tierra en la casa (máximo 6 ohmios)
*Instalar equipos de aire medicinal, limpio, fresco, oxigenado y con ionización negativa (aniones) evitando el aire acondicionado.
Autora: Carolina Burgueño Mancilla
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