VIVIENDO LA CONTEMPLACIÓN

Con una gran amiga, Martha Cedeño, realizando un paseo por parques urbanos ( como les llama ella), hemos encontrado joyas naturales, artísticas, que por defecto poseen gracias a su colorido, luminosidad, capacidad de auto cuidado (para no ser exterminadas con pisadas de cualquier sujeto que mire sin ver aquello que parece imperceptible al ojo humano).

La belleza que expone por estos días la naturaleza, en lugares inverosímiles, en rincones menos esperados, que a su vez pasan desapercibidos a la vista de cualquier persona  por su tamaño casi microscópico, es impresionante.

Estos días de primavera, me llevan a reflexionar en la fugacidad de las  sensaciones, de las emociones, así como de las experiencias vividas en el aquí y ahora; salvo podamos aprovecharlas para sostenernos en las mismas, disfrutando del placer al cual nos remiten:sesaciones positivas.  

Por ello, es importante sellar estas sensaciones positivas con un máximo de tiempo en el disfrute para que así dejen huella en nuestro ser, y podamos reutilizarlas en momentos de nuestra vida cuando se presenten estados emocionales grises o lineales, contrariados, a los que llegamos por un torrente de pensamientos negativos, pesimistas, en dónde perezca que la visión de la vida haya desaparecido. De esta manera, siempre que se desee, se podré volver a la luz, a la calma, a la serenidad, y saber vivir y estar.

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Estos recorridos por la belleza minúscula de la naturaleza, nos ayuda a desarrollar un estado contemplativo de la vida, que será un buena herramienta para poner en práctica cada una de nuestras competencias y/o habilidades desarrolladas a lo largo de nuestra experiencia, para manejar situaciones adversas.

Isabel Gómez
Fotografía: Flores de parques de Esplugas de Llobregat.
Autora: María Isabel Gómez Castillo.