Para unos el tiempo es efímero, para otros, el tiempo va y viene. Hay quienes dicen que el tiempo se detiene y otros que se va de prisa.
Del tiempo se dice que, permite mirar a atrás mientras que en otros momentos hacia delante.
Lo cierto es que, el tiempo es abstracto, se esfuma entre las manos; no se detiene, y aunque se pueda echar la vista atrás, ya es pasado. Porque el tiempo es sólo presente: es el aquí y ahora.
El tiempo, es innegablemente parte de la realidad del ser humano, en el que forja su historia, con el que añade experiencia a la vida, con el que finalmente se concilia en su afán de seguir creciendo, desarrollándose…, viviendo.
Ni el tiempo sabe pero pienso que sí es cierto que con el tiempo, todo se desvela dándole a cada quién el lugar que le corresponde. Por ello, si algo es también real, es que el tiempo, a veces, es traicionero; sino “tiempo al tiempo” como dice el dicho.
Isabel Gómez
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