¿Cuántas veces se tiene la sensación de estar viviendo, de pronto ver volver la mirada y sentir que se está muriendo en el intento de vivir o agonizando en pleno estado de vida?
Independientemente de lo que se señala en la Fe Católica respecto al tema de que hay que morir para vivir; hay seres humanos que optan por la agonía continua y por la muerte en vida pudiendo vivirla. Convierten la vida en una idealización perfeccionista, subjetiva de lo que significa verdaderamente vivir y tener vida.
Mientras unos seres frágiles auténticamente necesitados luchan por su vida, otros acaban con ella convirtiéndola en una agonía continua tras victimizándose de sus propias realidades, que al fin y al cabo, son fruto de sus propias respuestas a las diversas circunstancias por las que la en vida ha optado. Es un negarse a vivir la verdadera experiencia de lo que significa vivir el día a día: con sus vicisitudes, logros y progresos.
La vida en sí, es la única escuela que tiene el ser humano para vivirla. Una vez se está en el mundo, sólo queda abrirle los brazos a la gratitud por ser los privilegiados de tener una experiencia como ésta.
Entonces:
¿Por qué, aquella necesidad en algunos seres humanos de vivir bajo el masoquismo de sus propias visiones distorsionadas de lo que significa vivir?
¿Por qué, hay quienes optan por vivir en el fracaso personal negándose a ver otras realidades en sí mismas, asumirlas para vivir armónicamente con y en ellas, disfrutando del reto de auto superarse en el día a día?
La vida nos viene otorgada por ello, para vivirla con sus pros y sus contras hay que ser valiente.
Uno de los secretos que tiene el vivir, es la gracia de sentirse vivo; de saberse que se está y aprovechar todas las experiencias para hacerse más persona, más humana, más un SER VIVO.
Habrán momentos en que la vida será como aquellas montañas rusas, en donde a veces se está arriba, otras abajo para nuevamente sentir el impulso de lo que significa volver a subir, sostenerse para saber caer, ya que cada caer es como un nuevo billete para seguir viviendo. ,
La vida está llena de emociones, de experiencias, de sensaciones. Sólo hay que saber situar cada una de ellas en su momento preciso, en el lugar oportuno para retornar a la misma con optimismo, con confianza, alegría, con esperanza...
La vida es saberse verdaderamente vivo.
Isabel Gómez
1 comentario:
Creo que los humanos, cuando no tenemos problemas, nos los buscamos. Debe ser una necesidad que tenemos.
De todas formas, hay que intentar ser consciente de que estamos vivos y tener una actitud positiva ante las dificultades.
Un beso.
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