Nos conocimos un día
en que los besos
viajan como el viento
aún fresco
acariciando las
moreras
que con inmaduros
frutos,
su presencia hacían
sentir.
Nos conocimos un día,
en la que tu voz
entonaba himnos y
sentires de otros,
sin saber que así,
me hacía suya
con cada uno
de tus tarareares.
¡Y cantaste
precipitada primavera!,
despejando al sol
que oculto en sombrío día
nombres tomó,
para hacerse con el
mío.
Ahora,
somos uno gorrioncillo,
y te llamo Gorrión,
porque tu canto
que al unísono se
alzó
aquel día de finales
de agosto
del año en que nos
conocimos,
cautivó mi corazón
que aún solitario
se preservaba para tu amor.
Nos conocimos un día,
en el que tu voz
alzada al unísono,
cautivó mi corazón.
María Puccio
Fotografía de María Puccio
A los y las estudiantes de la I.E ICHO.
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