lunes, 26 de septiembre de 2016

Entre el caos y el amor

Aguerridos,  armados hasta los dientes..., se intuía en ellos el temor y dolor, ¡Mmm…!, de aquellos que les llaman emocionales.
Me encontré con sentimientos anclados en la dureza, prestos para la defensa y el ataque.
¡Me espantaron!, y como mando al frente, sólo me tocó resistir.
Me sucumbían en vertiginosas emboscadas.
Sólo un intenso y claro sentimiento, podían romperse barreras.
Al inicio actuaban como al unísono, en confusión y desorden, parecían responder perfectamente al más experimentado director de orquesta. La sincronía era única, se convertía en la perfecta expresión del caótico dolor humano. Director, ejecutor y espectador, estaban sumergidos en una misma experiencia humana: el temor.
Irrumpir súbitamente, hacía necesario toques de puertas previas, las que, con rápidas negociaciones me permitían que se convirtiesen en las de mi cuerpo aliado.
Eran imprescindibles nuevas estrategias para que todos fluyésemos. Eran necesario, un Tú-Yo-Tú, en vez de un Yo-Tú-Yo. Sin ello, no hubiese habido acercamiento.
Cada encuentro, era una suma experiencias, de retos, de sensaciones de campañas bien libradas por ambas partes. 
¡No sé si ir a una guerra, hubiese tenido el mismo impacto!, al fin y al cabo, sólo se trataba de un grupo de airados adolescentes, quienes perfectos en su rol, demandaban una compañía, un ir juntos, para que desde el silencio, sin juicios previos, el amor y la paciencia extrema los acogiesen en la tan añorada y deseada experiencia. 
Por fin, cedieron  los tiempos. Llegó el momento en que su Presencia con mi Presencia se tornaron una sola protagonista de la historia. Nos hacíamos Seres Únicos con una sola Vivencia. Dejamos de ser el Usted y Ustedes,y fuimos pasando suavemente a ser en mi Yo, tu Tú, y, en tu Tú, mi Yo. Ya éramos sólo Seres que, de compartir una la historia, pasamos a construir  Historia.
Ahora, sólo Somos.
¡Oh, Seres en que dejáis que el sentimiento vivo retoñe!.
Hasta aquí llega una historia, en donde dejo de ser Yo para ser Ellos, y, a través de esta conjunción, todos somos Complemento. 

María Isabel Gómez Castillo
A mis ángeles.
Fotografía de María Isabel Gómez Castillo

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