Hace unos meses en un telediario español del mediodía, resaltaban como noticia que investigadores de un hospital barcelonés, habían descubierto el origen de la fibromialgia en un cromosoma defectuoso denominado gen COMT. Posteriormente, también en un telediario, indicaron que el dolor en pacientes con fibromialgia era posible estudiarse y valorarse, gracias al diagnóstico por imagen. También hay hipótesis a destacar sobre el origen de la fibromialgia sobre la cual trabaja el Dr. Martorell: los focos infecciosos crónicos son una de las dos causas de la FM. La otra causa, es el defecto de funcionamiento del sistema antitóxico del paciente. La presencia de dichos focos es secundaria a un defecto de funcionamiento del sistema inmunitario del paciente con FM. Además, los focos infecciosos crónicos existen y se hallan con facilidad de manera clara y evidente si se saben cómo buscarlos. Si se eliminan el paciente mejora de forma evidente.
Sin embargo, hay médicos, fisioterapeutas entre otros; que insisten que esta dolencia tiene una base psicológica, avalándose en estudios primitivos sobre la misma. Sí es cierto que la psicología cognitivo conductual juega un papel importante como parte del tratamiento multidisciplinario de la enfermedad, pero el aspecto psicológico el determinante de la enfermedad, ya que, hablar de aspectos psicológicos, en sí es muy amplio.
Pienso que dentro de la insistencia de ver la fibromialgia como una patología de tipo psicológico, es porque las tesis que hasta poco se han ido presentando, avalan intereses económicos para seguir alimentando el comercio farmacéutico, haciendo todo lo posible por continuar prescribiendo fármacos indicados para enfermedades mentales que sólo actúan como paliativos de algunos de los síntomas de la enfermedad y que suelen ser más bien fármacos de impacto, es decir, que actúan en los primeros momentos de la enfermedad y después su efecto desaparece o se persuade por la misma dolencia, alterando otros estados del organismo hasta el punto de provocar un desequilibrio orgánico.
A todo ello, el sistema sanitario omite los estudios sobre tratamientos alternativos a la medicina tradicional. Pienso que por los mismos motivos que arriba indico: intereses económicos. Siempre digo: la fibromialgia es una enfermedad con la que se puede convivir perfectamente si el entorno es favorable y la persona está preparada para afrontar situaciones de conflicto o estrés del día a día, ya que ésta es susceptible a cambios emocionales bruscos vividos con intensidad, sean positivos como negativos, provocando desgaste de energía que el organismo puede tener reservada en primer lugar para afrontar el dolor crónico y después cualquier otra situación.
La mayor parte de las investigaciones se centran en estudiar los estados emocionales negativos de la persona, obviando que las emociones positivas vividas con intensidad también son interesantes de estudiar para medir el impacto de la energía invertida y los efectos que causa en personas que vivimos con fibromialgia y con síntomas propios de fatiga crónica que en muchos casos no están ni detectados ni diagnosticados, como es en mi caso.
Isabel Gómez
2 comentarios:
Mi deseo es que ésta último artículo sea una denuncia ya que voz alta siempre lo he manifestado: el deseo por distintos sistemas socio-políticos es de querer mantenernos en la inopia para aceptar todo lo que se nos imponga. Bajo este pretexto, cualquier situación que requiera atención y solución como es en éste caso en temas de salud buscan de resolverse por la vía más cómoda más no por la más apta.
Isabel Gómez
Estos artículos sobre caprichos de la genética, son una llamada de atención a los diferentes profesionales especializados en las distintas especialidades de la salud sean física o mental, para que dejen de balancearse en el conformismo o en la inópia so pretexto de su hacer profesional y rompan con sus propios esquemas mentales aprendiendo a escuchar y a ver más allá de lo que su cómoda posición les da: un puesto de trabajo puede que fijo con su respectivo sueldo y la debida posición social ante ello, olvidando que a quién tienen delante es una persona que sufre.
Isabel Gómez
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