FALSAS FUENTES DE RIQUEZAS

Las temidas fuentes de riqueza que justifican las actuales ruinas económicas para muchas familias en España, estaban basadas en una falsa percepción de lo que significa crecimiento económico. Muchos empresarios, olvidaron que la riqueza se genera creando modelos económicos sostenibles. En ello, ha radicado la demencia de muchos timadores, que en vez de generar fuentes de trabajo productivas, han generado la ruina medioambiental y económica, facilitando ingresos económicos: rápidos, fáciles, con utilización de elementos y servicios baratos. Urbanizaciones con efímeros diseños, creadas innecesariamente en rincones paradisiacos, con viviendas cuyos precios desorbitados, están agonizando con la carencia de servicios básicos en pueblos o ciudades que ya de por sí, no daban abasto para asistir a más población que la que tenían. Ahora, puestos a darse de cabeza sobre el mismo tocho de cemento de baja calidad utilizada en sus construcciones, empresarios del sector inmobiliario, bancos y cajas de ahorros, entre otros; reciben todo tipo de concesiones económicas por parte del gobierno, a cambio de que no caigan en el pozo vacío de sus arcas a los que su avaricia los ha llevado. Si todo quedase ahí, se pensaría: menuda panda de ineptos y otros de necios…, pero no. No contentos propios y extraños, con desfalcar al estado pero sobre todo a gente verdaderamente trabajadora, ahora pretenden hacer lo mismo (y lo están haciendo ya), repitiendo el mismo modelo de fracaso económico en países de Sudamérica y parte de África. Para este modelo económico no sostenible, están creando falsas expectativas de trabajo con sueldos aún más miserables de los ya existentes, bajo la falsa necesidad del sueño de una casa propia y desarrollo urbanístico. Los que llevan la batuta de esta anuncia ruina, son los mismo que han arruinado el sistema económico en España. Los mismos, que sólo están yendo a recuperar parte de sus ganancias perdidas a países aún crédulos, con verdaderas riquezas naturales pero también con políticos comprados ante sus intereses personales; una vez recuperadas sus ganancias, dejarán los países respectivos, peor que saqueados y abatidos tras una guerra. Sistemas económicos fracasados como éste, en dónde se piensan que las redes naturales lo soportan todo, son propias de mentes incultas, inescrupulosas, que se constituyen en verdadera mella para sociedades ya débiles y abatidas por innumerables consecuencias político sociales que en un momento de su trayectoria, repiten la historia.

Isabel Gómez