sábado, 17 de enero de 2015

LOS MAGOS DE ORIENTE, LA MAGIA DE LA FE


Los Magos  de Oriente, quienes fueron a adorar a Dios hecho hombre, lo hicieron como acto de fe inspirado por su ya existente Divino Santo  Espíritu, para dejar constancia, (una vez más),  de su manifestación en personas invitadas a vivir su SILENCIO, y  en silencio, para dar  pié a una certera oración,  que es lo único que permite comprender y  atender a su Voluntad.
Sólo desde este silencio, los Magos de Oriente, nos dejan una bella lección de cómo una  vez más el Milagro de llegar a Dios mismo, es  posible, si el corazón se conserva puro, se vuelve a la inocencia con la experiencia de vida con una  mente sencilla.
Dios Padre, quién elige a quienes y en qué momento manifestarse, nos brinda una excepcional oportunidad de acercarnos a él a través  de esta  intensa y profunda manifestación de fe. Sólo el  hombre, en lo íntimo de su ser, elige si atender o no a la invitación de esta hermosa llamada.
Con  la ilusión con la que aprendí a vivir desde mi avanzada juventud  esta fiesta de manifestación de fe, de esperanza, de amor,  de oración y  que me da la  oportunidad de revivir en mí, la gratitud a mi Amado Padre Celestial y a la Institución por la que llegué amar y conocer el misterio  de esta festividad, invito a que se unan a esta celebración en donde aún, podemos orar juntos por una mundo mejor.
Esta es una ocasión para elevar mis súplicas al Padre, a través de nuestros amados  Reyes Magos de Oriente (y Reyes, porque adoraron al verdadero REY),  para que sane corazones dolidos, endurecidos, por las experiencias de vida tenidas, aprendiendo a vivir con esperanza, en silencio y gratitud por cada experiencia otorgada. Mientras  que, para aquellos que ya son de corazones santos, preserven en ellos ante toda adversidad su fe, su testimonio de fe, su vocación santa, y que  con la manifestación de su Ser, se de la conversión verdadera de aquellos que se enriquecen con el gozo de su presencia y relación.
Hoy, víspera de la bajada de los Reyes Magos de Oriente, renuevo mi fe e  invito a compartir esta hermosa festividad de verdadera adoración a Dios hecho Hombre, desde el verdadero silencio de amor  y sabio, que  con tino, nos conducirá a la auténtica misión que cada uno  podrá realizar  en este mundo,  teniendo la oportunidad de una auténtica experiencia de paz interior.

María Isabel Gómez Castillo

No hay comentarios: