Esta
es la publicación 500 de este humilde espacio, no obstante, es un espacio en el
que hay mucho cariño y observación fruto de horas de trabajo como profesional y
ser humano.
Uno
de los motores principales que me impulsan a seguir trabajando en este espacio es
el que a través de este medio comparto experiencias, historias con amigos, familiares, seres muy queridos y
seguidores quienes a su vez, constituyen mi fuerza e inspiración.
Como
no podía ser para menos, deseo que, pese a que tengo varias cosas pendientes de
publicar, y que por temas técnicos se están retrasando las publicaciones de los
mismos, pueda aprovechar en el día de
hoy para a través de este blog, dar una vez más gracias.
Gracias
por la vida que hasta hoy recibo cada día.
Gracias por cada experiencia, porque de todas aprendo.
Gracias por las personas que tanto me quieren y por diversas vías por las que me demuestran siempre su cariño y comprensión ante mis largos periodos de ausencia por temas laborales entre otros.
Gracias a don Fernando Rielo, quién por su intercesión me recuerda querida y cuidada por El Padre Celestial y en especial por toda nuestra angustísima Santa Trinidad, sus Ángeles, y María Madre bajo las advocaciones de mi madre Auxiliadora de quién me considero devota, del Carmen por cariño a amigos y Mercedes por mi sentido de identidad con la bella ciudad de Barcelona que por 13 años y medio, ininterrumpidamente me acogió y en donde aprendí de su gente, su historia, su cultura a valorar la mía, así como cada instante de vida que se me concede por ser una nueva oportunidad de amar.
Gracias por cada experiencia, porque de todas aprendo.
Gracias por las personas que tanto me quieren y por diversas vías por las que me demuestran siempre su cariño y comprensión ante mis largos periodos de ausencia por temas laborales entre otros.
Gracias a don Fernando Rielo, quién por su intercesión me recuerda querida y cuidada por El Padre Celestial y en especial por toda nuestra angustísima Santa Trinidad, sus Ángeles, y María Madre bajo las advocaciones de mi madre Auxiliadora de quién me considero devota, del Carmen por cariño a amigos y Mercedes por mi sentido de identidad con la bella ciudad de Barcelona que por 13 años y medio, ininterrumpidamente me acogió y en donde aprendí de su gente, su historia, su cultura a valorar la mía, así como cada instante de vida que se me concede por ser una nueva oportunidad de amar.
Cada
día que pasa me siento afortunada, puesto que se me presentan nuevos
retos, los que reconozco no pasarlos sola ni a solas, sino, todo lo contrario,
acompañada por la oración de amigos, familiares, seres muy queridos y hermanos en Cristo que me quieren y
cuidan mediante su oración elevando su súplica al Padre Celestial en pos de mi bienestar integral, siendo muchas de estas oraciones, bajo la
intercesión de María Santísima o de don Fernando Rielo, fundador de las
Misioneras y Misioneras Identes a quienes debo con gratitud, el continuar con mis ojos puestos en
la Santísima Trinidad, ya que cada descubro que somos más humanos que nunca y
que la invitación a la vida santa también para mí está abierta y es más, que he
sido y soy afortunada haber vivido con santos y seguir reencontrándome con
santos vivientes en este siglo y en estos tiempos y en quienes me apoyo para
seguir mi misión de vida.
Soy
afortunada, por sentirme asistida, consolada cuando requiero consuelo, amada
por un Padre Celestial que aún tiene en mi vida, pendiente el terminar de develarme
qué es lo que desea de mí. Mientras, sólo sé que quiere que viva; que viva con
fe, con esperanza, con caridad, tal y como me ha dejado lecciones para
realizarlo a través de Cristo a quién descubro con asombro y mayor amor día a
día a través del Evangelio.
Gracias,
porque por estos días, me hace afortunada de gozar con la presencia de dos
entrañables amigas que residen en Barcelona y que hizo que a través de diversas
circunstancias de la vida surgiese una amistad la que se mantiene pese al
tiempo, realidades y distancia. Gracias por Vivian y Carmen, por ser bendecida
con vuestra amistad.
Gracias
a mis seres queridos y amigos incondicionales que me aceptan tal y como soy, y que por ser yo,
me quieren. Gracias por animarme continuamente, por vuestra confianza y cariño.
Sólo
para los que creen en la gracia que concede el recibir la Unción de los
enfermos como un Sacramento en donde se renueva la fe que en el Bautismo asumimos,
he de decir, que he sido afortunada de recibirla hace unas semanas y sentir
cómo la fuerza del Espíritu invadía mi ser otorgándome consuelo, sosiego y
alivio a todos los dolores que en aquel momento podían estar latentes. Ahora,
con otra mirada, doy gracias por que antes de que pueda ser YO, pese al dolor
que parezca causar, la sensatez del Padre Celeste que vela por mi bien y me
cuida como su verdadera hija alejando de mí todo aquello que me hace mal.
Por
ello y por mucho más, gracias.
Gracias
a Ustedes por escucharme, por sentirme, por percibirme y acompañarme a través
de estas líneas y este espacio.
María
Isabel Gómez Castillo
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