Si la autoestima es el cuidado que la persona ha de brindarse a sí misma, si es la valoración de todas sus cualidades, entonces, haz de aprender a cuidarlas, reforzarlas mejorarlas para resaltarlas y sobresalir con ellas.
Para ello es necesario ejercitar la mente y el cuerpo.
Este es un ejercicio sencillo.
Consiste en ejercitar tus sentidos.
Recuerda que si te sientes es porque estás.
Si estás presente primero en ti y te percibes, te podrás cuidar, mimar, darte tu lugar como persona.
Aquí haz de utilizar la imaginación para activar diversos sentidos.
Primero mira.
Ahora, cierra tus ojos e imagina el viento soplando para conseguir el sonido del mar.
Ahora, cierra tus ojos e imagina el viento soplando para conseguir el sonido del mar.
Ahora, cierra tus ojos e imagina el viento soplando para conseguir el sonido del mar. Cuando lo hayas conseguido, imagínate dentro de ésta imagen.
Siente la aspereza de la arena mar en tu piel. Elige la posición dentro de la imagen y no dejes de imaginar el sonido del mar. ¡Siéntelo por unos minutos!
Ahora, abre tus tus ojos.
¡Mira! Sólo mira esta imagen.
Ahora, cierra tus ojos.
Respira…, respira profundamente….,
Sólo concéntrate en tu respiración, siente tu cuerpo e imagínate que eres parte de la última imagen que haz podido observar.
Siénte formar parte de esa imagen...
Continúa respirando. Déjate llevar por tu respiración. Ríndete a ella...
Continúa sintiéndote.
¿Si lo consigues…?
¡Disfrútalo...!
Abre tus ojos.
¿Que observas?
¡Imagínate que eres tú!
Mira esta otra imagen.
¡Así puedes llegar a estar tú!
Mirando desde fuera de tí. Mirando tus poblemas y todas las situaciones que te generan tensión o conflicto, desde arriba!
Isabel Gómez e Isabel Hernández Rebollo.
1 comentario:
Gracias Isa haberme cedido estas imágenes para ilustrar el presente artículo. Gracias por ser no sólo una gran amiga, sino además, una de mis cómplices en éste proyecto.
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