Si partimos que la mente es “un conjunto de actividades y procesos psíquicos conscientes e inconscientes, especialmente de carácter cognitivos”, tal como lo define el diccionario de la real academia de la lengua española; el tema anteriormente tratado, es un claro ejercicio de cómo efectuar una buena higiene mental.
El ejercicio expuesto en el tema de “estimulación sináptica”, ayuda a oxigenar nuestra mente y en términos generales a que se relaje. De este modo las ideas, pensamientos, y en general toda la actividad mental pasa a ser más fluida, clara, armónica.
Este tipo de ejercicios, es una excelente manera de prevenir situaciones de estrés, de ansiedad, de estados de angustia o incluso de cualquier trastorno de tipo mental.
En el día a día, son muchos los momentos en que se puede realizar higiene mental e incluso muchos los recovecos dentro del paisaje urbano en dónde se pueden encontrar lugares para dispersar la mente unos minutos abstraerse en el momento y lugar para volver a la cotidianidad.
Por ejemplo: en un rincón de mi piso (que apenas tiene 35 mtrs. cuadrados) tengo un espacio verde. Me permite mimarlo, contemplarlo mientras escribo…, en resumen, desconectar de todo aquello que pueda constituirse en una carga negativa o tóxica para mi organismo. Les doy energía y cuidados y ellos generosamente me otorgan momentos de bienestar. 
Concluyendo: la higiene mental está vinculada a un óptimo desarrollo de la salud mental la que se puede ver reflejada en un adecuado rendimiento laboral o en el equilibrio emocional, por lo que se constituye en un factor importante a tener en cuenta a la hora de cuidar la salud en general.
Isabel Gómez
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