viernes, 10 de abril de 2009

TODO ES POSIBLE, SI UNO SE LO PROPONE III

¿Qué es lo que he buscado a lo largo de éste tiempo, y ha contribuido a mi mejoría?

  • Una mejor elasticidad muscular, incluso a nivel cerebral, que me facilite un mejor proceso de conexiones sinápticas, para recuperar el máximo de mi actividad intelectual. Para ello me he servido de productos naturales y de la rehabilitación.

  • Cambiar el ambiente laboral altamente tóxico que contribuía a agudizar la sintomatología de la enfermedad.

  • Mejorar mi habitáculo. En cuanto a lo laboral, ya no estoy en un edificio enfermo (lleno de humedades por condensación y falta de ventilación, por encontrarse herméticamente cerrado). En mi pequeño apartamento, tengo más espacio verde así como un espacio de trabajo que responde a mis necesidades ergonómicas.

  • He retomado amistades que parecían olvidadas.

  • Me he reconciliado conmigo misma en los distintos niveles de mi persona. He abierto mi mente a nuevas experiencias.

  • Mantengo una continuidad en el seguimiento que me realiza Adriadna, psicóloga del Centro EXIL. Excelente psicóloga Canadiense, con un profundo respeto a la persona, e indescriptible en su calidad humana. De élla, he reaprendido el sentido del ser psicólogo en un país en donde esta profesión no sólo está mal aprovechada, sino que además, está mal vista, por el atropello a la ética profesional que realizan muchos de sus miembros.

  • He continuado criando como mínimo una mascota, que me permite hacer algo tan sencillo que a veces los adultos olvidamos: ¡jugar…! mientras ella, recibe las atenciones pertinentes.
Concluyendo: sobre la Fibromialgia y la Fatiga Crónica, aún queda mucho por investigar. El tratamiento ha de ser personalizado, siendo importante escuchar a la persona que la padece. Hoy por hoy, hay muchas teorías sobre las cuales se van realizando las diferentes investigaciones y buscando tratamientos alternativos. Los tratamientos hasta ahora prescritos, son para mejorar la calidad de vida de la persona que padece cualquiera de estas enfermedades, así como otras asociadas. Desde el punto de vista jurídico, el Sistema está creado para distorsionar los conceptos de ambas enfermedades, y la realidad del “paciente”. Por ahora, no parece creado para buscar la mejoría de la enfermedad, por el contrario parece creado para generar desconcierto y por ende, ansiedad. En pocas palabras: enfermar aún más. Isabel Gómez

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