Hay muchas maneras de matarse a uno mismo.
Lo increíble, es que son muchos los seres humanos que viven en continuo suicidio sin saberlo y sin aceptarlo. Lo grave, es que con esta acción y actitud sí que consiguen aniquilar poco a poco su entorno, cumpliendo con una de los objetivos que se corresponden a los suicidan: crear dolor en los que le rodean y sentimiento de culpa.
La soledad, el vacío emocional, el vacío espiritual, la falta de motivación, la frustración por metas objetivamente inalcanzables, la carencia de recursos para afrontar situaciones de conflicto, objetivos en la vida inexistentes que llevan a buscar experiencias degradantes a la dignada de la persona y que generan en ella misma sentimientos de culpa o que incrementan el vacío existencial; son los posibles por qué de la búsqueda de suicidio.
Mientras que el consumo de sustancias tóxicas para el organismo, la abstención de solicitar asistencia, la negación de sí mismos, la negación de una realidad por no ser consciente de ella o del conflicto, la búsqueda de situaciones frustrantes o adversas consientes de ello; pueden ser el cuándo se opta por el suicidio.
No soy quién para juzgar esta acción, pero sí tengo la necesidad de invitar a reflexionar sobre éste tema y a buscar alternativas para vivir una vida que aporte un mejor bienestar en general.
La felicidad como tal puede que sea hasta una falacia, pero la suma de situaciones placenteras, de confort o de bienestar, sí que pueden llevar a momentos de felicidad.; estos, son momentos que se van renovando e intercalando con realidades que están en la mano de la persona transformarlas siempre en positivas, en resumen, aprendiendo de ellas.
Isabel Gómez
4 comentarios:
Muy buen punto Isabel,
Opino que muchas personas depositan sus esperanzas en realidades temporales, tales como el dinero, el poder, el placer, el sexo, las drogas. Creo que uno de los más traicioneros de los mencionados es el dinero, porque es hasta socialmente recomendable.
Y es que no es malo tener dinero (a diferencia de los otros que mencioné), lo malo es ponerlo en un altar como si fuera un dios y pensar que será eterno. Acá en Perú hubo gobernantes y asesores que tenían millones de dólares amontonados encima de una mesa y a libre disposición, pensaron que era eterno, pero ahora están presos.
Como todo en la vida, dura lo que tiene que durar hasta que se extingue (acordémonos también del poder de grandes imperios, como el romano).
Cuando uno se da cuenta de que en aquello que había afincado se extingue, viene la decepción, y eso conlleva a una frustrración que puede (y de hecho lo hace) llevarnos a la depresión. Y una persona depresiva es candidata N°1 a la autoeliminación, que como tú lo mencionas tiene ahora muchas variables, y si se autoelimina con otros "dioses", como el alcohol o las drogas, pues el círculo en lugar de hacerse vicioso se transforma en un espiral que lo hunde cada vez más.
Gracias y bendiciones
Gracias por tu aporte Jorge. Es un tema delicado por lo que mi objetivo lejos de juzgarlo ha sido precisamente buscar que la persona o sociedad se vea reflejada en estas restringidas líneas, difícil pero no imposible.
Un abrazo, estamos en contacto. Con cariño.
Isabel
Ustedes no saben a que se enfrentan esas personas deberias abstenerse de comentar de una cosa que desconocen
El color del fondo no ayuda a la lectura
Saludos
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