jueves, 19 de febrero de 2015

PSICÓLOGO Y EL SIGILO PROFESIONAL II



El trabajo de un buen profesional  en el área de psicología radica en conseguir transmitirle a la persona mi visión haciéndola capaz de ver hacia la misma dirección de lo que haya detectado, con serenidad, calma, siguiendo sus tiempo, calmando sus  biorritmos, dando luz a sus razonamientos, ayudándole a gestionar las barreras que ha aprendido a utilizar para llegar a un límite que la exponga a un riesgo integral.

El trabajo  del psicólogo  no es contar a nadie lo que nos haya dicho bajo sesión a ninguna persona absolutamente nada de lo transmitido. Por ello es confidencial y, desde el primer momento de una sesión se ha de indicar al usuario del servicio  que todo lo que refiera quedará entre él y el profesional.

Es  importante saber acompañar a las personas cuando revelan su intimidad y saber darles las gracias  por la confianza depositada en  nuestro trabajo  y persona.

El trabajo  del psicólogo está lejos de manipular mentes, de persuadir, ya  que no  vendemos ni compramos, ACOMPAÑAMOS.

Incluso, cuando el trabajo es multidisciplinario se transmiten percepciones u  observaciones, pinceladas generales de lo que pueda ser el motivo de consulta y que sea necesario que el resto de profesionales conozcan  para  comprender  a  la persona y darle un trato humano y profesional cualificado.

Sólo en discusión de casos entre colegas, y únicamente si es  para descartar un diagnóstico o determinar una estrategia de  trabajo complementario con técnicas que estén fuera del alcance del profesional que en un inicio  lo abordó, se podrá compartir el caso, entendiéndose que siempre será bajo el ejercicio del Sigilo Profesional. En este caso, el colega tiene la obligación además  de la necesidad, de contrastar su  la información para tener su propia percepción para poder otorgar un trato óptimo a la persona y ayudarla en  la o en las necesidades que presente.

Recuerdo que,  el trabajo de un  psicólogo  es delicado. Requiere  un exquisito respeto hacia la persona, quién ha de recibir un trato sincero, amable, que la lleve  a  conciliar duelos, a perdonarse a perdonar, a sanar heridas para  abrir nuevos círculos que le otorguen nuevas oportunidades de vida. Tocar su mente para que trabaje su razón, así  como sus emociones.

También es parte del  trabajo psicológico sujeto al Sigilo Profesional, el realizarlo con elegancia y tino,  Los  profesionales que trabajamos con lo más íntimo de las personas hemos de enseñarles a que sean ellas en primer lugar las que  aprendan a llegar a sí mismas.


María Isabel Gómez  Castillo

Fotografía de Isabel Gómez

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