La belleza radica en cómo se mire el entorno.
Es la mirada, la que lo embellece todo. De la misma manera, puede distorsionar lo observado, hasta punto de tornarlo grotesco, espantoso, fosco.
Por ello, el encuentro con las situaciones, con los objetos, con los lugares, con los acontecimientos: son íntimos, personales, individuales. Por lo tanto, los encuentros, son cómo y con la persona misma, sean en las circunstancias que sean.
Es aquí, en dónde la visión del ser humano cobra protagonismo. Puede hacer de todo lo que observa, un contexto vulnerable..., frágil…, incierto…, ante su propia soberbia. También puede optar por convertirlo en seguro…, fuerte…, claro…, evidente…; transformando la altivez en genuina simplicidad, naturalidad, dejando refleja la autoconfianza.
Es entonces cuando surge la necesidad del diálogo entre las mentes, para de común consenso encontrar la armonía.
Llegado a éste punto, es cuando recién comienza la relación con la realidad: con el entorno.
Es aquí, en dónde la visión del ser humano cobra protagonismo. Puede hacer de todo lo que observa, un contexto vulnerable..., frágil…, incierto…, ante su propia soberbia. También puede optar por convertirlo en seguro…, fuerte…, claro…, evidente…; transformando la altivez en genuina simplicidad, naturalidad, dejando refleja la autoconfianza.
Es entonces cuando surge la necesidad del diálogo entre las mentes, para de común consenso encontrar la armonía.
Llegado a éste punto, es cuando recién comienza la relación con la realidad: con el entorno.
Por lo tanto, la relación con el entorno, comienza cuando la persona se hace consciente que és y quiere ser MÁS.
Foto 1: Antiguo jardín botánico de Barcelona.
Foto 2: Vista desde Can Vidalet, en L'Hospitalet de Llobregat.
Foto 3: Cielo, desde la Plaza de Bòbila de L'Hospitalet de Llobregat
2 comentarios:
Hola Isabel.
Pase a leer un poco tus cosas, gracias por pasar por mi Blog.
Barcelona me parece una ciudad muy bella.
Saludos. Mario
Gracias a ti Mario, eres un gran artista. Iré leyendo tu blog con detenimento, poco a poco, por que merece la pena valorar el trabajo que realizas.
Isabel
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