sábado, 15 de marzo de 2014

COMPARTIR A TRAVÉS DE LA COMUNICACIÓN


Una de las riquezas que tiene consigo  el compartir a través de la comunicación cuando de ésta se realiza una buena praxis, es el que genera un espacio para compartir y a través de ella crecer.

¿Qué es lo que se puede compartir?

Las opciones son infinitas. Desde una reunión social que sea de camaradería en donde cada uno exponga sus experiencias personales, profesionales, necesidades  así como el que se convierta en soporte emocional ante una situación puntual o persona determina.

La importancia de generar espacios para compartir y a través de ellos el poder comunicarse, es el que genera momentos entrañables en donde las expresiones y manifestaciones de respeto, cariño, solidaridad fortalecen vínculos incondicionales abiertos a intercambios de  futuras acciones conjuntas para el bien común tanto de los que participan como de otros beneficiarios. Es un punto en donde las ideas fluyen, la creatividad toma poder y compromiso consciente para hacer.


Este compartir, requiere antes que todo que la persona sea consciente de sí misma en cada acción que realiza, sincera, honesta y leal a sus propios principios y valores que serán los que terminen enriqueciendo al grupo y las acciones que se deriven de éste.

Generalmente se desarrolla dentro de un ritual en donde la armonía, la serenidad invita en medio de un espacio abierto a pasar por una experiencia íntima, personal, de acogida, cálida, incluso que deja la sensación de que las palabras sobrasen dado los hechos, las circunstancias que se experimentan.




Uno de los espacios que me invita a experimentar esta sensación por ejemplo, es uno de los locales de mi amiga estilista Pina Márquez de Epina Coiffure. Es un espacio al que denomino mi espacio de terapéutico en donde el buen trato de su personal, de ella misma y sobre todo, del ambiente que genera se constituye en un espacio relajante, de desconexión de la mente de problemas, de situaciones complejas, para pasar a sentirse en un estado de libertad incondicional.

Sé perfectamente que experiencias como ésta, también se puede tener en otros espacios  o actividades tipo campamentos, espacios de oración, reencuentro con amigas del colegio. Sólo que, este espacio, aparentemente bullicioso, ruidoso, pleno de ajetreo laboral consigue a través de su personal y de la actitud que ellas tiene para con sus clientes y del deleite de su trabajo dejar desde una experiencia bien humana un estado emocional rehumanizado así como renovado y ello, siempre es de agradecer.

Mi pregunta, ¿En cuántos lugares que no sean públicos, bulliciosos, que no generen desprendimiento de adrenalina, se consigue un estado como en el espacio del que les describo?, Seguro que cada uno tiene el suyo. Yo invito al mío.

Pina y equipo de trabajo, gracias por ser amigas, por vuestra acogida y continua compañía.

De la misma manera, deseo agradecer especialmente a mi entrañable amiga Vivian quién, pese a su apretada agenda pudo recibirme en su corta estancia en Lima, así como a mi entrañable amiga Carmen y su madre Fina quienes residen en Barcelona.


María Isabel Gómez Castillo                      

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