Como
psicóloga que soy, me es necesario estar al día en diversos temas de actualidad.
Mi
trabajo requiere saber interactuar,
empatizando desde la óptica que posee la otra persona, de ahí a que, en
estos momentos de desarrollo profesional, una manera de sustituir una formación
académica, cerrada en aulas, es la de continuar mi formación utilizando el
máximo de recursos que se me presenten,
incluidas las redes sociales.
El
estar al día con las noticias, aunque parezca trivial, me permite comprender
los estados emocionales de las personas, el lenguaje que utilizan, los juegos
psicológicos en que puedan estar movilizándose, así como identificar la procedencia del
lenguaje que utilizan.
Esta
información aparentemente irrelevante, hace que mi trabajo sea más pulcro para
que el mismo no sólo esté supeditado a versiones parcializadas desde mi óptica
personal, sino que me permita comprender la concepción del mundo en el que la otra parte se
está desarrollando.
Este
complemento a mi trabajo, me permite abrir mi mente para brindar un servicio de
calidad.
Esta
otra opción de formación continua que no
es más que investigación constante. Es una alternativa práctica. Desde mi
experiencia profesional, bastante funcional, ya que, las bases
psicoterapéuticas las tengo con la
experiencia de haber pasado por diversos estilos de psicoterapia en mi
formación profesional complementada con
la teórica.
Para
brindar un servicio cualificado en psicología, es necesario haberse trabajado
primero en diversas áreas personales, haber tenido la experiencia de pasar por
estados y etapas que posteriormente también pasarán personas que soliciten
nuestros servicios. No se trata de
charla ni de estar alguna vez en alguna sesión esporádica, sino que, de lo que se trata, es de haberse trabajado
lo máximo posible de uno mismo para estar sanado, conciliado con nuestro propio ser. Ello, evitará y prevendrá negligencias
profesionales en donde los años de ejercicio profesional, sólo pueden implicar la instauración de hábitos inacertados para
el ejercicio ético de la psicología.
Es
más, pienso que a más tipos de psicoterapias por las que un profesional como lo es un
psicólogo pase, más experimentado estará en poder captar las necesidades de la
persona desde ángulos a veces casi imperceptible, sutiles.
Como
profesional, también necesito tener mis espacios para descontaminarme, despejarme
de realidades socialmente duras que cruzan la barrera de la consulta
psicológica. Para ello, desarrollo otras
habilidades que me siguen llevando a ser analítica, aguda en mi observación,
que despiertan otros sentidos y estimulan los que parecen dormidos.
Mi
carrera es mi vocación.
Me
gusta brindar un servicio cualificado.
Con mi
profesión, comparto otras
pasiones que son las que me permiten estar en un
estado de lo más armónico posible para continuar desarrollándome
profesionalmente.
Como
psicóloga, también me aplico lo que
trabajo en psicoterapia. Soy la primera que exploro la viabilidad de una
técnica y estrategia, la visiono para cada persona para luego con ella
trabajarla.
También
me apoyo en colegas amigos de mucha confianza para trabajar mis emociones
o situaciones novedosas que puedan
interferir en mi ejerció profesional.
Los medios, pueden ser múltiples.
Mi
reto, es prevenir al máximo posible una mala praxis.
En este
caso, en el uso de las redes sociales, son también un punto de apoyo en
mi formación e información personal como profesional ya que
me permite practicar un lenguaje
asertivo, mejorar mi autoestima y saber manejar situaciones de exposición
social que surjan como consecuencia del uso de estas herramientas alternativas.
Sin
lugar a dudas que, la lectura, el
compartir una buena plática así como
interaccionarme socialmente con
pensadores de diversas áreas que incluso utilicen un lenguaje diferente al mío,
también me garantizan seguir consolidando mi formación profesional continua.
En resumen, si me muevo por las redes cuando
tengo algo de tiempo para formarme e
informarme.
Cuando
estoy casi ausente, estoy aplicando al máximo lo aprendido y entrenándome echando mano de
otras herramientas que, para los
psicólogos son imprescindibles en nuestra labor profesional: la observación y descripción de conductas,
acompañada con una escucha activa constante.
Bienvenidos
a mi mundo, el de mi amor a mi carrera y respeto a quienes gracias a ella sigo desarrollándome y creciendo.
Mi
formación espiritual, me es
imprescindible para recordar el carácter
más humano de lo que implica trabajar son Personas. Me da la compañía de saberme asesorada continuamente para tener
presente quienes y cuáles son los fines de mi trabajo.
María
Isabel Gómez Castillo