Un rincón de Pachacámac, situado en el Poblado Rural de Picapiedra, se encuentra situada en la conocida como Quebrada Sol y Luna.
Es un espacio con un valioso valor cultural.
Forma parte del patrimonio cultural y arqueológico de la zona, que bien merece conocer.
Así mismo, este hermoso espacio con una significativa belleza geológica que requiere de una urgente gestión y conservación por parte de las autoridades de la zona para que la Comunidad pueda recuperar parte de reserva histórico cultural y con ella, se realice una promoción con un turismo sostenible, responsable, que respete el sistema ecológico que la envuelve.
De este yacimiento arqueológico con extraordinarias formaciones rocosas con un riquísimo valor geológico, aún se queda mucho por documentar.
Los lugareños, señalan que las cuevas, albergan arte rupestre, y que además, muchas de ellas, albergan Lechuzas, Gallinazos, Águilas, Murciélagos entre otras especies animales como vegetales.
Esta interesante Yacimiento arqueológico y geológico data con una antigüedad de más de 600 años A.C. aproximadamente . No obstante, resulta difícil, encontrar datos debidamente argumentados sobre el mismo que se encuentre al alcance de cualquier ciudadano u oriente a los que deseen adentrarse en la aventura de explorarlo, información de caminos o rutas a seguir una vez estando en las faldas de la quebrada. .
Da unas bellas vistas al valle de Picapiedra que se desarrolla en la mano derecha del Río Lurín y hacia la conocida población del Cardal, situada cruzando el río del mismo nombre, con su representativo Cerro Pan de Azúcar.
María Isabel Gómez Castillo
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