Ante
una pregunta como la de: ¿En dónde radica la belleza?, mi respuesta siempre
será en el corazón. En el alma que pocos consiguen ver de ver de verdad, en la
esencia del ser que es capaz de transformar a otro ser con su sola presencia,
despertando aromas, sensaciones jamás experimentadas.
Es
lo sublime que se guarda cada ser como preciada joya para ser expuesta sólo
para el que la sepa apreciar, valorar y cuidar.
Es
una riqueza contenida, por ello, siempre está sólo al alcance de muy pocos,
generalmente de los seres sedientos, sencillos de corazón para poder alcanzar
el néctar que brinda el auténtico alimento que preserva la belleza y con ella
la vida.
Así
de sencilla es la vida. Ser uno mismo y saber ver las joyas de quienes nos
rodean.
María
Isabel Gómez Castillo
Fotografías
de María Isabel Gómez Castillo
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