Trabajar con menores el concepto y actitud de maduración
como proceso en la persona que se da a
lo largo de toda la vida y que, en la etapa en donde se encuentran es sólo
inicio de la misma de todo un continuo estado de crecimiento personal es todo
un reto.
A día de hoy, muchos menores de
la ciudad de Lima, de una u otra manera se encuentran expuestos a diversos
riesgos sociales cuyas realidades familiares o del entorno en donde se desarrollan los vuelven
en seres vulnerables, más aún, si las
figuras parentales o referentes parentales, están ausentes o son de difícil identificación en sus
mentes, en sus consciencias.
Entrenar a menores a que sean
ellos mismos lo que puedan ser en un futuro es todo un reto. Es aquí, ante esta
necesidad urgente de fuercen su maduración a nivel emocional con sentido de responsabilidad requiere
seguimiento constante en donde, desde el
trabajo del psicólogo, la paciencia, el uso del lenguaje con el que
ellos se manejan es imprescindible procurando conectar con sus emociones desde
las áreas carenciales de afecto,
sensibilidad, así como de su capacidad de manipulación de circunstancias y
eventos diversos en los que incurren como negación de su realidad o carencia de recursos para
manejar sus realidades.
El trabajo con jóvenes
adolescentes en una sociedad consumista,
carentes de valores y casi ausente de modelos óptimos para garantizar el crecimiento emocionalmente sano de estos
menores, requiere de ingenio, de mucha creatividad, así como de firmeza y
modelos claros de las propuestas realizar.
María Isabel Gómez Castillo
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